sábado, 14 de noviembre de 2015

Ráfaga 14

A los maestros nos encuadraron en Extensión Cultural. No era ningún privilegio, pero repre­sentaba poder huir de la com­pañía durante dos horas cada tarde. Los cabos me adjudica­ron como alumno a Ángel, de la compañía 12. Tenía dieci­nueve años. Venía de un pueblo de Andalucía. Había ido a la es­cuela sólo uno o dos años, porque tenía que tra­bajar en el campo para ayu­dar a sus padres. No sabía leer ni es­cri­bir. En 1981. 
Un día, uno de los histéricos veteranos de la compañía me arrestó por llegar tarde a una formación. Por la tarde, a la hora de paseo, debía estar en la com­pañía haciendo lo que me asignara el cabo cuar­tel. Des­pués de Extensión Cultural regresé trémulo y ansioso a la compañía para cumplir el arresto. Me presenté ante el cabo cuartel.
- ¿De dónde vienes? ¿Cómo no estabas en la compañía?
- Estaba en Extensión Cultural, mi cabo.
- ¿Vienes de currar?
- Sí.
- Pues anda, ya te puedes ir. Ya has cumplido el arresto.
- A sus órdenes.
Aquella tarde había exceso de arrestados y a mí me tocó la libertad
Otro de los llamémosles privilegios de Extensión Cultural era que actuábamos de correctores de los tests psicotécnicos que nos hicieron cuando llegamos al CIR. Eso nos ocupó unas cuan­tas mañanas y algunas tardes, con lo que no hacíamos instruc­ción ni nada. Sólo corregir, con planti­llas al uso. El capitán que nos dirigía era una persona, con lo que el ambiente era relajado y feliz. Lástima que luego, cuando me tocó desmontar y montar el Cetme, me sobraran piezas, pues el día que lo ex­plicaron yo estaba corrigiendo.Luego, durante el resto de la mili, jamás me tocó desmontar ni montar ningún Cetme. ¿Por què hacíamos eso en el CIR? Supongo que era una forma de tener al personal entretenido una tarde.
Uno de los maestros que estaba en Extensión Cultural era el 85 de mi compañía. Tenía intención de quedarse desti­nado en el CIR, a poder ser en la biblioteca. Habló con el comandante encargado, que desestimó ese destino al sa­ber que el 85 se apellidaba Amézaga y era de Bilbao.
- En fin, el comandante Franco se llama, para qué te voy a decir más.



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario