sábado, 7 de noviembre de 2015

Ráfaga 8

Ya lo decía Einstein, que todo es relativo. (¿Einstein hizo la mili?). Depende de si te colocas en una fila o en otra, tendrás una mili u otra. Yo me coloqué en una fila y me tocó, como a 169 infelices más, estar en la compañía 34: tercer batallón, cuarta compañía, segunda manípula, etc... Si me hubiese puesto sólo dos sitios más a la derecha, me hubiese tocado la compañía 33 (tercer batallón, tercera compañía, segunda manípula, etc...) y otro gallo hubiese cantado.
Los veteranos de la 34 -un hatajo de desequilibrados mentales i psíquicos- nos llevaron a la puta carrera desde la plaza donde nos habían formado hasta el edificio de la compañía. Subimos corriendo al dormitorio, una gran nave con 170 literas y 170 taquillas, nos asignaron una litera y una taquilla a cada uno, dejamos el petate y bajamos corriendo -a la puta carrera- a formar abajo, en la explanada anexa a la compañía. Los veteranos de la compañía nos empezaron a aleccionar con su brillante oratoria:
- Y habéis tenido mucha suerte, porque habéis venido a parar a la mejor compañía, la 34. Somos los mejores y hemos de ser los más rápidos en formar, en llegar al comedor, en bajar al campo de entrenamiento, en la jura de bandera, en... porque somos los mejores y...
Mentían como malandrines, pero aún no lo sabíamos.

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