Ya
lo decía Einstein, que todo es relativo. (¿Einstein hizo la mili?).
Depende de si te colocas en una fila o en otra, tendrás una mili u
otra. Yo me coloqué en una fila y me tocó, como a 169 infelices
más, estar en la compañía 34: tercer batallón, cuarta compañía,
segunda manípula, etc... Si me hubiese puesto sólo dos sitios más
a la derecha, me hubiese tocado la compañía 33 (tercer batallón,
tercera compañía, segunda manípula, etc...) y otro gallo hubiese
cantado.
Los
veteranos de la 34 -un hatajo de desequilibrados mentales i
psíquicos- nos llevaron a la puta carrera desde la plaza donde nos
habían formado hasta el edificio de la compañía. Subimos corriendo
al dormitorio, una gran nave con 170 literas y 170 taquillas, nos
asignaron una litera y una taquilla a cada uno, dejamos el petate y
bajamos corriendo -a la puta carrera- a formar abajo, en la explanada
anexa a la compañía. Los veteranos de la compañía nos empezaron
a aleccionar con su brillante oratoria:
-
Y habéis tenido mucha suerte, porque habéis venido a parar a la
mejor compañía, la 34. Somos los mejores y hemos de ser los más
rápidos en formar, en llegar al comedor, en bajar al campo de
entrenamiento, en la jura de bandera, en... porque somos los mejores
y...
Mentían
como malandrines, pero aún no lo sabíamos.
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