Llegada
a León después de una noche de viaje en un vagón de segunda clase
de la RENFE. No hace falta decir nada más. En el fondo hemos tenido
suerte, no hemos hecho ningún transbordo. Recuerdo que en la semana
santa de 1979 hice un viaje a Galicia en el mismo expreso y al llegar
a Zaragoza-El Portillo, pasada la medianoche, subieron al tren un
montón de reclutas. Iban locos a la caza de asientos libres para poder descansar un rato. Nos contaron que eran valencianos, e iban al CIR (Centro de Instrucción de Reclutas) de
Vitoria. Habían salido de Valencia a las nueve de la mañana. A
llegar a Tarragona les hicieron bajar del tren. Después de horas de
espera, subieron a otro tren hasta Zaragoza. Ahora cogían el expreso
de La Coruña. Estaban reventados de cansancio. Les hicieron bajar de nuevo en Logroño, a
las tres de la madrugada, y de allí aún habrían de coger otro
convoy hasta Vitoria. Casi 24 horas de viaje para hacer 400 kilómetros.
En caso de guerra de verdad, supongo que el movimiento de tropas será
más rápido. Tal vez en auto-stop.
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