miércoles, 4 de noviembre de 2015

Ráfaga 6

En el bar de la estación desayunamos el segundo bocata del yayo brigada, mientras esperamos que nos venga a recoger un autocar que nos ha de llevar hasta el CIR (Centro de Instrucción de Reclutas, recordemos) situado en la bonita localidad de El Ferral del Bernesga. El señor del bar no tiene la culpa de que estemos allí -nosotros tampoco, la verdad-, así que le hacemos gasto: cervezas, coca colas, cafés con leche... Desgraciadamente aparece el autocar. Subimos a él, escoltados por cuatro veteranos chulitos con gafas de sol, paquete de Ducados en el bolsillo de la camisa y banderita española en la correa del reloj, que nos dan la bienvenida pasando la gorra solicitándonos un donativo absolutamente voluntario para sus gastos diversos. Todo el mundo pone algo en la puta gorra, pobre del que no ponga, le esperaría un campamento aún más duro de lo que nos encontraremos. Por supuesto que estas prácticas están prohibidas y que los mandos se encandalizarían y tomarían serias medidas si se enteraran de ellas. Pero como no se enteran...

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